sábado, 12 de septiembre de 2015

Muchachas 3 de Katherine Pancol

Por fin he conseguido la tercera parte de la trilogía...la tan esperada tercera parte.

Después de mi decepción con la segundo, donde no se hablaba de mi amada Leónie, ni de Stella, ni de Ray Valenti por fin la historia ha quedado resuelta. Por fin el pequeño pueblo francés a las afueras de París responde ante los años de maltrato de su héroe local y trata de destruir la fama del héroe. Del héroe local, del bombero que salva vida, del hombre que conoce los secretos de todos, los usa en sus trapicheos y pega a su mujer.

En esta parte de la saga Stella se enfrenta a su padre, ya sin miedo, ya con la convicción de que las cosas han de cambiar por el bien de todos.

Pancol no olvida a sus personajes de siempre, pero siempre desde una posición secundaria. Hortense sigue empezada en convertirse en la nueva Coco Chanel, con esa seguridad que la caracteriza y sin darse cuenta de que su relación con Gary hace aguas, pues Gary se ha enamorado de Calipso, una compañera del conservatorio, fisicamente anodina, pero una gran artista al fin y al cabo.

Zoe comienza a experimentar serios problemas de pareja en su relación adolescente, al ver como ella sigue teniendo sueños mientras que su novio vive anclado en la adolescencia. Y nuestra Josephine, tan inocente y pura como siempre, pero tratando de seguir su vida de acuerdo a sus convicciones. 

Ha sido un buen final para la saga, que no tiene una apoteósica resolución de los problemas, pues la vida real es mucho más compleja. A veces, el hecho de llegar a un final, aunque no sea el idilício, es motivo de alivio para los personajes que han sufrido tanto.

Nos queda el sabor amargo de la vida perdida de Leónie, que aunque consigue librarse de su marido, no ha hecho más que desperdiciar su vida en una situación dantesta. Leónie seguirá, rodeada por los suyos, pero los años de maltratos han hecho mella en su cuerpo y en su mente, y nunca podrá superar del todo el miedo que la atenaza por dentro.

Siendo Stella la protagonista indiscutible de esta parte, hay lugar para el valor y la piedad, pero también para las malas caras y la vida marcada por una situación insostenible.

Como siempre, las historias de Pancol son agridulces...como la vida misma. Realmente recomiendo la saga, aunque el segundo libro no me gustara demasiado, pues se adentra en las profundidades psíquicas del ser humano y nos deja la idea de ser una historia real, con sus más y sus menos. 

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