jueves, 29 de septiembre de 2016

No culpes al karma...de lo que te pasa a tí por gilipollas de Laura Norton

Simpatíquisimo título que llamó la atención de Cris y mio en la librería del VIPS. Acabó siendo el regalo de cumpleaños de mi tío Agustín,  y también una propuesta de lectura conjunta. Nuevo curso, nuevos proyectos.

Estamos ante una novela ligera. La protagonista es Sara, una treinteañera que decide olvidarse de su carrera universitaria y reflotar el negocio que llevaba su abuela, plumista. Comienza a dedicarse a hacer tocados y pajaritas con plumas, intentando ser diseñadora y teniendo muchos problemas. Su novio Roberto es un arquitecto exilidado en Paris, su guapísima hermana se casa con su amor platónico y sus padres parecen divorciarse por la infidelidad de su madre. Una novela loca, donde las situaciones absurdas hacen reir al lector.

El personaje de Sara es identificable con el común de los mortales. Ni guapa, ni especialmente lista, solo es una joven con talento en medio de la crisis española. Su sentido del humor y su cinismo no están lejos de la amargura de una juventud perdida. Sara es fuerte, neurótica y desequilibrada, y por eso la tomamos cariño.

En cuanto al personaje que se idealiza en la novela, su primer amor, Aaron y prometido de su hermana, es un personaje mucho mas etéreo. De tan bueno que es, no nos lo creemos. Cantante compositor de relativo éxito, tio bueno, comprensivo, cariñoso...no le falta de nada a este Ken.

Por último merece una mención la madre infiel, liada después de treinta años de matrimonio con un empleado del zoo de Madrid. Las respuestas de la madre, su interpretación de las situaciones caóticas y el devenir de su historia ha sido de lo que más me ha gustado.

En general puedo decir que he disfrutado con el libro. Me he reído mucho y he tenido muchas ganas de seguir leyendo. A pesar de no tener ningún tipo de complicación me ha ayudado a reflexionar sobre la importancia que le damos a las cosas y lo absurdamente ridículos que parecemos a veces. Sara es el centro de la novela, como ejemplo del común de los mortales, una más en el mundo, a la que le duele lo suyo.  La duda que me queda es la mención al karma, presente en el título pero no desarrollado en la novela. porque de gilipollas, si hace un rato la protagonista.

lunes, 26 de septiembre de 2016

La templanza de María Dueñas

En esta tercera novela, la profesora de Filología inglesa de la Universidad de Murcia, ya consagrada como escritora de éxito nos presenta el mundo colonial y viñero de finales del XIX. En la Templanza asistimos al cruce de los coletazos del mundo colonial español, antes de las guerras de Independencia, cuando España estaba en clara decadencia y las colonias ya iban a su ritmo.

El protagonista de la obra es por primera vez un hombre, Mauro Larrea, antiguo minero  de origen español venido a más que se ve en una bancarrota. Para solucionar sus problemas acaba en Cuba jugándoselo todo al doble o nada y consiguiendo en una partida de billar la propiedad de una finca y viñedos en España.

Es allí donde conocerá a Soledad Montalvo, heredera de apellido de las tierras, una mujer con una historia oscura y muchos conocimientos que le faltan a Mauro.

El. libro es una magistral descripción del choque de sociedades, por un lado, la viva sociedad colonial, basada en el lujo y el derroche, el juego a veces sucio y las nuevas fortunas. Por el otro la decadencia nobiliar del sur de España, basada en un modelo que ya no sirve pero cuyos usufructuarios no entenderán jamás.

El mundo del vino, pese a reconocerse la autora como una desconocida del mismo, está bastante bien reflejado. La descripción del sur de España, del espíritu clasista y de la educación femenina es la parte más interesante para los aficionados al tema, como una servidora. Casarse bien, ser casada, entrar a monja, defender el honor familiar y aguantar el tipo ante las desventuras son discursos que se repiten en todo el libro, y que ambientan muy bien el espíritu de una época.

En general podemos decir que es un libro de fácil lectura, con el que se pasa un rato ameno y quedan ganas de más cuando se termina. Sin duda María Dueñas se ha consolidado en un tipo de literatura  ligera, con investigación histórica de por medio, que gusta al público porque ha sabido encontrar el equilibrio entre lo fácil y lo bien escrito.

Baila, baila, baila de Haruki Murakami

Murakami es de esos autores que ansio leer, pero no encuentro las fuerzas. Su descripción de la sociedad y de los valores japoneses es digno de un estudio de antropología, su minuciosidad, su onirismo y en defintiva, su manera de escribir hacen que disfrute del libro per se. No obstante, la longitud de cada una de sus obras hace que me de pereza empezar.

Baila Baila Baila nos narra la historia de un escritor de artículo a sueldo, un "quita nieves" cultural que se toma un descanso en su insulsa vida para perseguir un sueño que le atormenta. Ha de volver al Hotel Delfín, en Sapporo donde tuvo un romance con una misteriosa mujer, Kiki. Desolado en sus 34 años tras un divorcio que no comprende, su vuelta al hotel busca encontrar sentido a una vida que se escapa de las manos.

En este hotel no encuentra a la tal Kiki, pero si a una belleza de trece años, Yuki, hija de un escritor fracasado y de una madre rebosante de talento pero poco preocupada por su hija. Ambos trazan amistad y viven unos meses donde el mundo real e imaginario se confunden.

No quiero hacer mucho spoiler, porque Murakami merece ser leído. Solo diré que la historia me atrapó  por su irracionalidad desde el inicio. Una irracionalidad presente en la mente del propio protagonista. De una manera simple, nos metemos en la intimidad de un mundo que no comprendemos, y que no nos preocupamos por entender.

El fallo que he encontrado a esta historia, es que a unos días de haber terminado el libro ya no recuerdo su final, por poco impactante, por ser un poco banal y no casar con el resto de la historia. Si bien he disfrutado de todo el libro, el clímax me ha parecido poco a la altura.

Los fanes de Murakami se encuentran con algo parecido a 1Q84, una historia de misterio e irracionalidad, enmarcada en un ambiente de cultura tradicional japonesa.