sábado, 19 de mayo de 2018

La vida es suero de Enfermera saturada

Bajo pseudónimo, una supuesta enfermera del turno de noche comenzó a escribir sus vivencias en un blog que alcanzó gran popularidad, por lo cínico de las historias y por el realismo más absurdo de las mismas. 

Siempre se alzan voces en contra de las redes sociales, del fin del beneficio de los autores y de la piratería que destroza las bolsas repletas de las "pobrecitas" editoriales. Estamos ante el caso inverso, un intento de compilar lo que ya es un éxito, un salto del mundo digital al papel.

Tanto éxito generó en la publicación de este libro, que ya cuenta con varias ediciones y secuelas (El tiempo entre suturas e incluso una versión para nuevas madres "Desayuno con lactantes"). Desde el punto de vista de una enfermera tiene que ser infinitamente más divertido, porque es la única manera de identificarse con cada una de las anécdotas sobre pacientes y maquinaria.

Desde la visión de una persona que no se ha dedicado jamás a sanidad, me ha parecido muy divertido. Se lee en una tarde porque pasa volando y aprendes a empatizar más con las pobres enfermeras que rotan turnos y han de atender con el sueño cambiado. 

El humor cínico es la tónica general, desde el título, que evoca a la gran y obscura obra de Calderón de la Barca, hasta la más pequeña de las anécdotas, referidas a llamar "pijama" a los uniformes o a las leyes de Murphy del mundo sanitario.

Es un libro pensado para enfermeras, pero que cualquiera puede disfrutar. 

Luces de Septiembre de Carlos Ruiz Zafón

Luces de Septiembre es una novelita ligera de entretiempo. Cuando hablo de entretiempo me refiero a ese viaje en el que acabas un libro a la mitad y no quieres empezar otro demasiado grueso porque no te va a dar tiempo a engancharte y quieres algo ligero que se pase rápido.

El argumento es muy heredero de "El príncipe de la niebla" una de las novelas juveniles que marcó mi infancia por el maravilloso tratamiento de lo siniestro.

Narra el traslada a un pueblo de mar de una madre viuda con dos hijos adolescentes, dispuestos a cuidar una casa de campo para mantenerse económicamente. La madre consigue un pequeño empleo como ama de llaves en la casa del rico y excéntrico inventor del pueblo, quedando irremisiblemente atrapada en un misterio que dura 50 años.

Lo bueno de Carlos Ruiz Zafón es que consigue crear un ambiente tétrico de misterio que es capaz de ponerte los pelos de punta. Lo malo es que su universo es único y cada novela nos muestra una cara de la misma moneda, por lo que el lector avispado es capaz de dilucidar el final demasiado rápido.El ambiente atemporal de sus obras, donde el mundo digital es olvidado y la gente se comunica con carta, no saca al espectador de identificarse con la trama. 

Los ojos de un adolescente, quizá un poco tímidos y poco experimentados hacen que el lector conozca los datos poco a poco, que se meta en el ambiente misterioso de un pueblo de verano que todos podemos poner nombre y apellidos en nuestra mente basándonos en nuestros recuerdos de infancia. 

No desvelo el final, eso lo dejo para el próximo viaje en el que necesitéis un libro de entretiempo...

Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro

Julia Navarro es una de esas archiconocidas escritoras de bestsellers de tochos enormes que todo el mundo ha leído, y que a mi no me llaman nada la atención. En cuantas conversaciones de bar, sobremesa, ascensor incómodo y un largo etcétera me han recomendado alguna de sus novelas.

Dispara, yo ya estoy muerto es un buen ejemplo de ello. No sé cuantas veces me han dicho lo bien que está y no ha sido hasta la inclusión en nuestro pequeño club privado del libro que por fin me he decidido: y me ha gustado, pero sigue siendo escandalosamente largo.

La novela narra el intercambio de versiones entre una cooperante de una ONG que debe realizar un informe sobre la situación sirio-palestina y Ezequiel, un anciano judío, nacido ya en suelo de Palestina, hijo de Samuel, un judío emigrado después de los pogromos de Rusia de inicios del siglo XX.

Como se puede comprobar se hace un largo recorrido histórico que va desde las persecuciones de judíos en la Rusia zarista hasta la fundación del estado de Israel con la consiguiente problemática. Un siglo y medio muy intenso para la historia de Europa y del mundo. 

Me ha gustado sobre todo el marco histórico, creo que es capaz de explicar maravillosamente bien y sin ser aburrido como se van produciendo los asentamientos de judíos en Palestina por medio de la compra de tierras. Las ideas comunistas permiten los establecimientos de kibbuth en toda la zona y acaban generando tensiones con la población autóctona. Creo que se aprende mucho de historia, y se entiende la complejidad de lo que parece un problema irresoluble.

Como crítica diré que pasa por fases de estancamiento donde la lectura se atasca, mientras que el final es atropellado y no da tiempo a asimilarlo. Entiendo que el estilo de la autora es el golpe de efecto al final, pero parece más una revelación en sueños que un plan premeditado de escritura. No obstante e, insisto, pese a mis reticencias, me ha gustado mucho.